Hoy, al atardecer, sentado en mi regazo, mi pequeño aprendiz de Samuray, escuchaba atento las enseñanzas de: "Naga el pequeño Sabio".
"Un buen samuray debe apreciar la belleza. No basta con saber pelear. La belleza y la bondad van unidas y el buen samuray sólo lucha por lo que es bueno y justo. ¡Abre tus ojos a la belleza, joven Naga¡"
"¿Hay algo que yo pueda aprender de ti? -Sí- contestó el ratón-. La prudencia, ésa es mi mayor virtud."
"Honorable tortuga, ¿hay algo que yo pueda aprender de tí?
-Sí- respondió la tortuga-. La paciencia, con toda seguridad. Yo soy muy lenta, vivo muchos años y el tiempo pasa muy despacio para mí. Pero al final todo lo que ha de suceder, acaba sucediendo."
"-¡oh, tú, poderoso dragón! ¿Podrías darme un poco de tu fuerza?
-La fuerza del cuerpo no te la puedo dar yo, sino que tú mismo la tienes que adquirir a través del ejercicio. Yo te daré la fuerza del espíritu, que es la más importante."
"-Oh, tú reina del cielo!, ¿Puedes decirme qué es la dignidad?. La dignidad es el orgullo sin soberbia- respondio la mágnífica ave-. Yo vuelo más alto que nadie, mis horizontes son los más amplios. Sin embargo, no desprecio ni al ratón ni a la culebra, me sirven de alimento."
"-Mi joven amigo- dijo el samuray-, un buen guerrero sólo tiene un enemigo, ¡el miedo! Si consigues vencer al miedo, ya habrás adquirido el valor, y entonces siempre vencerás."
"¿puedo yo aprender algo de ti, amigo zorro?.
-Desde luego que sí- respondió rápidamente el animal-. El valor sin la astucia no vale nada.
-¿Y qué he de hacer para ser astuto?-preguntó Naga.
-Usar la cabeza, amiguito -"
"El mono se rascó la cabeza y dijo:
-Pues creo que sí. ¡La agilidad! De poco siven el valor y la fuerza si no se tiene agilidad, tanto de cuerpo como de mente"
" de nosotros los bambues podrás aprender muchas cosas, pero te diremos la más importante, la flexibilidad. Cuando vemos que el viento es más fuerte que nosotros, nos inclinamos sin oponernos a su fuerza, hasta el punto de que parece que nos vamos a romper, pero cuando su furia amaina, volvemos a erguirnos. Así debe de hacer también el hombre sabio ante los acontecimientos de la vida."
"-Sí -contestó el ruiseñor-, la ternura.
-Ternura es sentir amor por los seres más frágiles y pequeños, como yo. Si un fuerte ama y protege a un ser débil, eso lo hace aún mas grande"
"El sabio le escuchó con mucha atención. Cerró los ojos, meditó un momento, y al din dijo:
-Muchos y buenos amigos has hecho durante el viaje, y muchas y buenas cosas has aprendido de ellos. Sin embargo, aún te falta la virtud más importante.
-¿Cuál es, venerable maestro?
-La humildad - respondió el sabio.
-¿Y dónde está la humildad? -preguntó el pequeño Naga.
-La estás pisando - dijo el anciano-. Coge una brizna de hierba y guárdala en tu bolsa. Nada hay más humilde que la hierba y, sin embargo, sin ella la vida no sería posible sobre la tierra."
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