VIAJE DE UNA HOJA

DESPEDIDA

Que le diría a una persona que quiero, si supiera que en breve se irá para siempre, como sería mi despedida en el último momento.......... que difícil, me debato entre la tristeza y el ánimo forzado. Querría transmitirle, que al otro lado le espera una gran luz, llena de paz, que intuyo le hará sentirse tan cómoda que no echará de menos lo que dejó aquí, que no tenga miedo, que vendrán a acompañarl@ en el tránsito, que estaremos bien, aunque tengamos momentos terrenales de sentimientos encontrados, que allá donde este nos cuide y nos proteja, que intentaremos seguir buscando la felicidad en cada momento o gesto del día, aunque al principio cueste sostener siquiera una sonrisa de agrado en nuestra cara. Que ha sido maravilloso compartir momentos de una vida con ella, daría las gracias por todas aquellas veces que se preocupó por nuestro bienestar, o malestar, que la queremos, que la adoramos, que nos espere allá donde vaya para ayudarnos en nuestro tránsito cuando así nos toque, y por último le pediría, que no dejara de hacernos una visita, de vez en cuando, a nuestros sueños, porque allí no tenemos miedo al encuentro con los seres que perdemos.

ASIMILANDO

Hago ejercicios mentales de organización de ideas. Ideo proyectos nuevos que supongan el estandarte de mi nueva vida, que me centren y procuren la paz existencial que busco. Abro bien mis oídos y mis ojos, intento escuchar el mensaje que me mandan los pinos en la Alameda.

Me paro y miro hacia las montañas, todas las tardes y despido al sol dándole gracias y siempre pienso, "que suerte poder disfrutar de esta vista, que suerte ver el atardecer desde lo alto del valle, que suerte despedir todos los días al sol que se esconde tras las montañas".